viernes, 31 de agosto de 2012

Sino el último pensamiento al dormirme.



Lo peor es cuando te preguntas ¿Por qué? ¿Por qué sigo?
Dolor, de muelas, de espalda, o de corazón; agujetas de maltratarlo.
Ojalá nadie tuviera que callarse nada, no tener miedo a la reacción, darle igual si es moral o no, y que las palabras del resto se las llevara el viento.
Asómate a mis ojos si todavía no sabes lo que quieren.
Y dicen que algo que no tienes, no lo puedes perder, y dicen que el roce hace el cariño,y dicen que en la oscuridad busques la grieta, por donde aparece la luz. Dicen tantas cosas que a veces no sabes si creértelas, incluidas las que te dices a ti misma... ¿Sera un espejismo? ¿Una mentira?

Que somos tú y yo más que dos gotas de lluvia que resbalan por una ventana, sin rumbo ni destino que se evaporan juntos a final, que somos tú y yo más que la silueta de un sueño. Dime que somos, si no ese desconocido que me mira y sonríe como habrías de hacerlo tú. Qué somos pregunto, sino el miedo que hace temblar a aquella chica, aquella piedra que se cruza en el camino y que algunos esquivan y otros tropiezan sin cesar. Dime si somos ese olor a margaritas que se cuela entre los campos, o si somos el frío de una mañana de noviembre, el eco de una madrugada o el calor de unos abrazos. Dime, somos,¿un espejismo?...Que somos tú y yo sino el último pensamiento al dormirme.
No somos. Y duele(s).

Y es que como un sordo pagaría por susurros, -yo pagaría por tus besos-.

                                                                

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