Me dueles.
Me dueles como una lágrima
ácida que sale de mis ojos, como aquel recuerdo de algo inexistente que retumba
en mis oídos, como aquel roce que se pierde en la memoria, como aquello que
pudo haber sido...Me dueles y a pesar de todo, tu dolor me hace sentir viva.
Las estrías en el alma nunca
han sido buenas –ni estéticas- , el corazón debería estar hecho de aquella tela
que no se rompía nunca cuando se balanceaban cien elefantes, pero el destino es
caprichoso y como muchos dicen ‘Lo que no te mata te hace más fuerte’, pero tú
me matas, poquito a poquito, con locura, pasión, y dolor.
Y aun así, tengo la autodestrucción como hobbie.
Bienvenidos al mundo de Paula, donde lo difícil se hace deseado, y lo fácil
olvidado.
Te prometo que sin amor
también me vale, sin cosas bonitas que te salgan de dentro, sin sonrisas ni
guiños que pretendan conquistarme,necesito que me necesites, aunque sea en formato roce; para apaciguar
las cicatrices, para regar esas ganas que tengo de ti, para mentirme y sentirme
mejor, para que dejes de colarte en mi
mente y te cueles entre mis piernas.
Sólo dame tequila, tequieros o tu risa.
Y mientras tanto, sabiendo que
no me necesitas, seré la muñeca de trapo que debo ser, fría, áspera, y con una imagen
impecable. Quitémonos el rimmel, el pintalabios, y el corazón; no se vayan a
pensar que tenemos sentimientos. Sentir sin que se sepa, llorar sin lágrimas-
el corazón es un manantial, aunque los ojos queden secos-. Sonreír como
costumbre, intentando subir, escalón a escalón, con miedo a que la caída sea
más dura. Y sigo preguntándome la manera en la cual me desabrochas, y dejas
salir cosas y sentimientos, que a pocos he dejado a ver, antojarme de besos no
dados y que se me llene la boca de sonrisas, ser la chica dulce que el miedo me
hace esconder.
Es irónico; sabemos que no va
a pasar, pero seguimos esperando por ello.
Mientras tanto, voy buscando
en la basura unos labios que me digan,
esta noche quédate...
– que te
necesito-.
No hay comentarios:
Publicar un comentario