viernes, 22 de junio de 2012

Si es cuestión de confesar...



Todos tenemos secretos. Inconfesables, estúpidos, divertidos,erróneos, pervertidos... De los que se guardan en el cajón más profundo de tu cuerpo, y que a veces, solo a veces, se escapan para ver la luz.
Y aquí se esperan los secretos; aunque no quieran venir. Pecadora empedernida nunca quise tener alas.
Si es cuestión de confesar...
No sé preparar café. No entiendo de tenis. Me dan miedo las avispas. Soy fuerte por fuera, coraza inmutable, corazón débil. No sé hacer el pino. No me gustan las espinacas. No me gusta correr como deporte. No me gusta llorar a pesar de ser lágrima fácil. No entiendo de números, a mi dame letras. No soy ordenada. No soy una princesita, pero a mi es que no me van las monarquías. Odio las cucarachas. Odio las películas de guerra. Odio las puñaladas traperas. No me gusta andar, si tengo alas para volar.
De sonrisas picaronas y curvas como carreteras, guiños a escondidas al compás de tus caderas .A más altura que en la torre Eiffel, más cerca de tu piel a poder ser. Estoy hecha de malas decisiones y Bendita locura es mi segundo nombre. Puedes contar conmigo siempre, para sujetarte la cabeza en un baño de mala muerte o sujetarte la cabeza mientras lloras.
Soy vampiresa de cuellos y sirena de camas. 1’68cm de dulce de mañanas y salvaje de noches. Tsunami de tus caderas y la que tú pelo altera. Coleccionista de sonrisas y monedas, viajera a través de ciudades y palmeras.

Soy ...
De las que saborean el chocolate solo si esta sobre tu piel.
De las que esnifan cada gota de lluvia
De las que son fáciles de hacer daño.
De las que plasman tu alma con un lápiz y tu sonrisa con una cámara.
De las que para desaparecer se mueven al compás de la música.
De las que buscan amores en vaqueros desgastados.
De las que tienen siete vidas.
De las que arañan el cielo poquito a poco.
De las que se fuman la vida en tres calás.
Y aquí sigo desvelando secretos, uno a uno, hasta llegar  a mis novecientos setenta y tres.
Si es cuestión de confesar, sé perfectamente  lo que soy, y lo que dejo de ser y hacer, y no me arrepiento de nada, porque es lo que me ha hecho ser como soy, y al final y al cabo... No parece tan malo no?
Estamos vivos, es lo que importa. Todo lo demás no son más que golpes.
                                                                    recuerda que si caímos en picado...
                                                                                     fue  porque a veces fuimos nubes con la mente.