miércoles, 12 de octubre de 2011

21 gramos


Dicen que el cuerpo humano pierde 21 gramos cuando morimos. El peso de cinco céntimos, de un ruiseñor, o quizás del alma humana...  21 gramos. Tan grande la vida, y tan pequeña lo que quizás sea el alma. Las cosas buenas suelen ser las pequeñas, las efímeras y las caducas. El chocolate, un beso, la risa, un orgasmo, un rayo de sol, la amistad o una lágrima. La vida; pequeña, efímera, y caduca. Pero aún así, tan llena de vitalidad y recuerdos, que es difícil pensar que pueda caber en 21 gramos.
Y si tuviese que morir, si tuviese que dejar atrás mi cuerpo, mi memoria, mis recuerdos, si tuviese que dejar atrás lo humano, lo sobrevalorado, lo superficial y los placeres de la vida. Si tuviese que abandonar al amor y borrar de mi memoria  la luz y las sonrisas, y dejar atrás el dolor...
 La muerte. ¿Qué significa la muerte? Nada. Significa nada. La nada es un vacio. El vacio es la ausencia de sentimientos. Los sentimientos son emociones, pasajeras e intensas. No entiendo porque tenemos miedo a la muerte, si es un sentimiento común y diario. Todo lo existente suele tener un alter ego; Batman y Joker, Obama y Bush, Tacones y bailarinas. Y Muerte es alter ego de vida. Tenemos tanto miedo, porque es desconocido. Tienes miedo a tu primer beso, porque nunca has besado. Tienes miedo a salir al escenario porque es la primera vez. Tienes miedo a tropezar con los tacones, porque nunca lo has hecho. Y lo que tienen en común estas cosas, es que hay primera, y segunda, y tercera vez... Pero la muerte, la muerte nunca nadie ha venido a contarnos emocionados o tristes como se han sentido. ¿Y si la muerte fuera como el final de un orgasmo? Sientes todo pero a la vez no sientes nada, tu corazón va a cien, y al final te sientes desfallecer. Si fuese así, ¿quién tendría miedo a la muerte. Pero, volviendo al principio. La muerte, es vacío... ¿y quién no se ha sentido vacío alguna vez?. Un sentimiento lo menos raro, triste, sí, pero no extraño. Pero como dicen las culturas orientales, los extremos son necesarios, si uno no se siente vacío alguna vez, tampoco puede experimentar la felicidad o la plenitud, porque no sabría lo que es. ”Con arcilla se moldea un recipiente, pero es precisamente el espacio que no contiene arcilla el que utilizamos como recipiente”"Construimos una casa de material pero es gracias a sus espacios vacíos que podemos vivir en ella “.Morimos, nos abandonamos, el corazón deja de latir, y la mente de existir... Siempre dicen que cuando naces, empiezas a morir. Cuando creces, empiezas a envejecer, y cuando mueres empiezas a nacer; que la energía nunca muere, sólo se transforma...Eso dicen. Justo antes de que mueras, ves toda tu vida pasar ante tus ojos. Desde tu primer llanto, hasta hace unos segundos. Todo se amontona en una pequeña caja dentro de ti, junto  a las emociones y el vacío. Todos queremos ser recordados, por cosas que hicimos, por las que no, por qué quisimos, a quién quisimos, y quienes fuimos y somos. Nuestros veintiún gramos son nuestras esperanzas, nuestras risas, nuestros pensamientos etc. Son nuestros sueños, que se escapan en otra dirección, que alcanzan el cielo para ser hechos realidad.

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