domingo, 27 de enero de 2013

Daños colaterales.


Sus rizos se enredaban como sus pensamientos, Enero empañaba los cristales de olvidados te quieros, y el abismo retumbaba entre las cuatro paredes que la acogían. Se arañaba el pecho su corazón, quería ir, salir de ese infierno de deseos y dolores. Sus poros revivían el calor que le otorgaba ese cuerpo que alguna vez, fue suyo.Su piel contaba una historia de coincidencias, su corazón reconvertido en cenicero de dudas, y su sonrisa oxidada de daños colaterales.Y aún así  en lo más hondo de su ser, había amor.Maldita lógica femenina.
Intento aguantar, firme la barbilla y los sentimientos reprimidos, el orgullo por delante... Pero con tantas cicatrices se escapaba la tristeza..

- Te odio.Te odio porque me haces odiarme a mi misma por querer quererte, y no puedo hacerlo, no puedo, pero es tan difícil. Cada noche me acuesto intentando olvidar cada sabor que me ofrecía tu paladar, y tu cada noche te refugias en otra cama. Te odio, porque te has quedado un pedazo de mi olvidado en tu mano, olvidado como todo lo que huela a mi nombre. No entiendo nada, solo sé que duele y las lágrimas que se exprimen llevan con ellas palabras que algún día tuvieron sentido.
Y ahora tengo una espina clavada y no quiere irse por mucho que la eche. Quiero ser sola, porque ser contigo no es, ni será. Yo solo pienso en que no te conozco, no sé si quisiste  o si alguna vez lo has hecho. Merezco más, y ambos lo sabemos... Y se me corre el rimmel joder, y tengo los ojos encharcados... y dios, odio esto por si no lo sabías, solo quiero que me achuches y me digas que me equivoco en todo...Te lo pedía joder, sin pedírtelo, y no supiste escucharlo.
¿No vas a decir nada?
(...)
-Miau.
-Yo también te Miau. Demasiado.

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