sábado, 17 de septiembre de 2011

Reflexiones


Tiempo para reflexionar, tiempo para respirar profundamente y notar cada latido de tu cuerpo. Abrir la ventana, que una intensa luz te dé la bienvenida y que la melodía de los pájaros endulce tu día. El fin del verano, una bienvenida a una resaca urbana, y a una monotonía de deja-vús. En mi caso, acercarse a lo cotidiano y a los recuerdos, tristes y felices, e incluso en determinados momentos que uno no tiene en verano, tener que hacer un hueco a una vieja amiga... A veces, darse cuenta que lo triste te hace bien; la nostalgia de algo querido y perdido, te hace recordar momentos muy importantes en tu vida. La soledad. Yo, mi mente y mi cuerpo. Nada más. Como las lágrimas que se llevan la tristeza y la suciedad de tu alma, la soledad reconforta mi mente, abandonar sonrisas falsas, abandonar el continuo estrés, olvidar mi pasado, para labrarme un futuro inmediato.
Los vasos siempre acaban por desbordarse, para que de nuevo puedan llenarse. Gota a gota, se va saturando, por agua, vodka o veneno, eso da igual, simplemente cuenta la cantidad, o lo malo que sea para tu salud. Aunque también tienes la opción de tragar y tragar, eso a gusto del consumidor, el cliente siempre lleva la razón.Por momentos mi vaso se desborda, gota a gota, lágrima a lágrima, sonrisa tras sonrisa.
No siempre es malo desbordarse, recuerdo, una vez, miento, una de las mejores y miles de veces, para qué mentir, en el que caí en una ceguera, maldito amor embrujado, que me desborde de lo llena que me sentía, no había sitio para la tristeza en mí, no cabía nada más. No siempre la sustancia es la misma, no siempre el sentimiento que te produce es el mismo.
Soy una chica de sentimientos, qué se le va a hacer, no sé si decirte que lo cambiaria o no. Supongo que no, todos tenemos nuestros defectos y virtudes, todos tenemos que luchar por nuestro espacio aquí. Luchar por tus deseos, lo que quieres y lo que no, tus sueños, tus sentimientos, ya sean de ira, de felicidad, da igual. Porque, eso puede causarte problemas, tampoco digo mostrarte completa, todos tenemos nuestro cajón oscuro, pero es lo único que va a hacerte sentir en paz contigo misma. Mirarte el espejo, y desmaquillarte, ver que sigues siendo tú, que estas con las personas adecuadas, por difíciles que sean.

Y en realidad, en cuanto el vaso se sature o se rompa, lo olvidarás, y volverá a llenarse, sin tiempo para reaccionar, hasta que la historia se repita, en tiempos, lugares y con personas distintas. Lo único que tienes que procurar es que tú seas la misma, o si cambias, que sea para mejor. Porque, todos necesitamos nuestro tiempo para reflexionar, para tranquilizarnos y para ver que todo sigue en su sitio, y el mío ha llegado. Porque lo que hace más bella a la vida, es que hay sonrisas como la tuya. Porque cómo una vez dijo una magnifica dama: “Las chicas más felices, son las más guapas”.

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