Conseguiste, no sé cómo, hechizarme, y ahora
soy creyente de una nueva religión, tus labios son mi autentica devoción. Tu
biblia es para mí un pecado que debo cometer, y los 10 mandamientos una locura
más que hacer: Prometo desayunar cada día tus sonrisas. Prometo conocer cada
peca de tu cuerpo. Prometo recordar cada beso que me diste. Prometo no morir si
no es por ti. Prometo amar cada te quiero que salga de tu boca. Prometo vivir a
lo loco, debajo de tus sábanas. Prometo crear una canción al ritmo de tu sonrisa.
Prometo creer en ti. Prometo querer tus caricias. Prometo quererte hasta
enfadado. Y por querer... te querré en cada suspiro.
Mírame con tus estrellas, y deja que nuestros
silencios dialoguen. Acércate, un poco más, y prometo llevarte al cielo. Quiero
que me quites mis malas costumbres, como despertarme en alguna cama que no sea
la tuya, o rayarme con pequeños detalles. Déjame ahogarme en el mar de tus
ojos, déjame despertarme contigo, déjame darte el calor que necesitas. Déjame
decirte alguna estupidez... como por ejemplo... que te quiero.
Yo no quiero algo perfecto, yo quiero algo
real, algo entre tú y yo, algo que la gente no entienda, algo que ambos
sintamos. Porque a veces, lo normal puede ser realmente extraordinario.
El amor más hermoso es un cálculo equivocado, una
excepción de confirma la regla, aquello para lo que siempre habías utilizado
nunca...
No hay comentarios:
Publicar un comentario