miércoles, 30 de marzo de 2016

Qué esperar de una mujer rota

¿Qué esperar de una mujer que está rota por dentro y no fía abrazos?
No soy buena para ti, ni para ti ni para nadie.
Y tú tampoco lo eres.
Si eres una mujer sin alma la vida fluye más lenta pero sin dolor, ¿qué vas a esperar de una mujer que ya no tiene carne virgen que fustigar?
Nada.
No puedes esperar nada, sólo tiempo. Y tiempo es una medida demasiado inexacta, demasiado efímera. Ya nadie espera por nadie. El amor son emoticonos y fotos en la Torre Eiffel. Ya no hay abrazos para quienes desean una cura, aunque sea del que menos le conviene. Ya no hay caricias por debajo de la nuca ni Romeos que ronroneen bajo las ventanas. Las Julietas se marchitaron y ahora solo aman la luz cenital de la luna.
¿Qué vas a esperar de una mujer que lame sus propias heridas? Soledad.
Porque ellas ya no te esperan a ti. No creen en ti.
Cobran por adelantado no vaya a ser que te vuelvas a ir sin sobreaviso y se quede de nuevo
envuelta en satén y decepción.
Es así, cuando menos nos necesitáis más ansiamos nosotras, y cuanto más cerca os notamos, huimos.
Pero no te confundas, no fue siempre como ahora, solo tienes que mirarnos con detalle para ver todas las huellas que nos recorren y comprender que no somos así, nos hicieron.

Porque ya no son amantes, sólo son mujeres, solas y perdidas.
Y eso, cariño mío, es lo más peligroso.

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