martes, 9 de abril de 2013

Paula.


Sí, es ella. Reconocería sus carnosos labios hasta en la huella de un vaso y sus piernas, y hasta su pelo en cualquier enredo de Madrid.
Pero ahora está aquí, completamente sola, abandonada... Fría.
Me acuerdo de esos ojos azabache, negros como la noche,rasgados, casi hablaban más de ella que su propia boca. Es ella. Definitivamente. Y no la confundiría jamás, porque ella... bueno, ella era diferente ¿sabes? No más de lo que podría a llegar a ser una chica cualquiera, de una cuidad cualquiera, pero ella inspiraba un aura especial, ella iba más allá que el resto, no se limitaba al exterior, a ella le gustaba profundizar, rascar hasta llegar a dónde pocos llegan. Me acuerdo de ella, ¡cómo no podría demonios! de esas curvas como precipicios que mataban cualquier mirada que todo hombre posaba en ellas, de su forma de caminar y el vaivén de sus caderas, ese ritmo frenético que golpeaban las aceras sus tacones. Siempre llegaba tarde, era insoportable, decía "que lo bueno se hacía esperar" con una amplia sonrisa en forma de excusa, se mordía las uñas y sin embargo se las pintaba de colores alegres en un intento vago de dejar de hacerlo. Nunca lo conseguía.
 No entiendo que hace aquí, sin vida... ella siempre vibraba luz, era tan... Géminis. Sí géminis, así se definía ella. Tan de extremos. Su aspecto de mujer chocaba con esa forma niña de alegrar a la gente, le daba igual hacer el ridículo con tal de hacer feliz a los suyos .
Ella era capaz de susurrarte con la punta de su lengua los vicios más oscuros rodeada de tus piernas, amanecer enredada entre ganas y picardía y una poca de juventud en su nuca. Era capaz de matarte vestida de femme fatale mientras mezclaban gemidos con sabor a libertad.
Y entonces, volvía, volvía y te resucitaba con un beso suave, pequeño, que escondía tal dulzura que a veces no podías despegar los labios de ella, te sonreía y sabías que lo que ella sentía era verdad, te hacía sentir de nuevo la sangre por todas tus venas hasta llegar al corazón, y era ahí donde te tiraba de esa cuerda que te hacía volver a palpitar entre un infierno envuelto entre sus cálidos brazos y unas ganas de vivir... en su boca,en sus manos, perderse en su pelo... mientras te recorria con un escalofrío que penetraba hasta la médula, que llevaba el nombre de paula... Paula...Paula... la pequeña, dulce y sinvergüenza Paula. 
Nunca sabremos qué paso con ella, por qué se perdió... Tal vez para que alguien la encontrara, aunque ahora ya sea demasiado tarde, no sé. Tal vez se escondió, tal vez su corazón se hizo añicos y estaba en reformas, o esperando a que el mundo que ella había construido volviese a amarla como ella siempre hizo.
 Pobre Paula, tan romántica y soñadora, tanta coraza para tanto corazón...
Quizás ese fue el problema, a lo mejor era tan profunda que daba vértigo y te obligaba a retroceder para no caer en ella.

Me duele perderla y no poder decirla, que puede que, todavía la siga amando...

2 comentarios:

  1. Playanotherday
    Deberias tener una forma de contacto mas directa

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    1. Arriba tienes mi twitter @Pauredlipstick y desde ahí puedes enviarme un mensaje directo si quieres contactar conmigo.

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